“Y siguen los mismos muertos podridos de crueldad. Ahora mueren en Bosnia los que morían en Vietnam”...
Ismael Serrano
Umberto Eco, reconocido escritor italiano, en su articulo “Lo feo de lo hermoso” sugiere que tratamos de exorcizar nuestros miedos a través de la ficción, es decir, la cinematografía, literatura y simulaciones diversas que nos muestran terror, suspenso, drama, violencia y sangre; y hacen que experimentemos estas sensaciones desde un núcleo seguro, alejados de las aberraciones que fingimos ignorar y conforman el vertiginoso torbellino que la crueldad humana ha institucionalizado como una característica ineludible de las distintas sociedades.
Umberto Eco, reconocido escritor italiano, en su articulo “Lo feo de lo hermoso” sugiere que tratamos de exorcizar nuestros miedos a través de la ficción, es decir, la cinematografía, literatura y simulaciones diversas que nos muestran terror, suspenso, drama, violencia y sangre; y hacen que experimentemos estas sensaciones desde un núcleo seguro, alejados de las aberraciones que fingimos ignorar y conforman el vertiginoso torbellino que la crueldad humana ha institucionalizado como una característica ineludible de las distintas sociedades.
Hace pocas semanas la noticia de un perro en Francia que fue enterrado vivo por su dueño, remeció las redes sociales, todo el mundo se lamentaba de la crueldad con la que este animal fue tratado, como se lamentaron también por la feroz caza ilegal a Cecil, un león icono del Parque nacional en Zimbabue, asesinado a manos de un dentista estadounidense; de la misma manera en la que se protesta desde la comodidad de un computador por la crueldad de las corridas de toros, las factorías que crían a los animales de granja y enérgicamente se alza la voz por la unión civil y la despenalización del aborto en casos de violación.