"Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros".
Rebelión en la granja (1945)
Este año inicie mis lecturas con un libro icónico y fabulesco, perteneciente al reconocido escritor británico George Orwell, que a manera de sátira nos narra con inocencia las peripecias de un grupo de animales de la "Hacienda Solariega" y el cómo motivados por un anciano cerdo deciden rebelarse contra su amo el Señor Jones y sus peones, encontrando la oportunidad una tarde en la que estos últimos los hacen padecer hambre durante días. Luego de este suceso renombran a la granja como "Granja Animal", estableciendo 7 mandamientos que regirán en adelante el modus vivendi de los animales, dirigidos por los cerdos, considerados los animales más inteligentes en toda la granja.
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Con Napoleón, el otro cerdo, a cargo los mandamientos de la granja no solo empiezan a contradecirse, si no que también la libertad soñada se convierte en una quimera, poco a poco los animales van trabajando más que antes y alimentándose menos, siendo constantemente apabullados por cánticos y discursos que buscan convencerlos de que viven no solo mejor que antes si no en la dicha completa del trabajo sin descanso, laborando por y para ellos, no obstante y con el tiempo los cerdos terminan por traicionan completamente los ideales de la revolución inicial, llegando incluso a tratar con los humanos, caminar sobre sus patas traseras, vestir su ropa e invitarlos a ver el sistema de su granja que vuelve a llamarse Solariega, no pudiendo los demás animales distinguirlos ya de los hombres.