viernes, 23 de octubre de 2015

Nazarin: retrato de un ser anacrónico

El padre Nazarin protagonista de la historia de Benito Pérez Galdós, concibe la vida mirando hacia el pasado, desea caminar errante en una sociedad que no acepta la libertad fuera del sistema, su vida comienza a cobrar el  significado que buscaba  luego de dar cobijo a Andara, una mujer deshonesta y desordenada  que luego de apuñalar a una amiga suya en un momento de furia decide buscar al padre manchego para que la ayude. Las consecuencias  de la presencia de esta mujer en casa del sacerdote harán que piense en cambiar su perspectiva de vida, piensa en internarse a un convento pero siente que allí sería un hombre inútil, tiene  la fuerte  necesidad de ser un hombre errante, sufrir, sacrificarse por el prójimo, por lo que decide emprender un camino distinto al de sus colegas.



El éxodo del padre Nazarin estará enmarcado por  importantes ejes que constituyen  de manera decisiva su carácter. en primer lugar  una intermitente e irritante  apología  a la pobreza y la mendicidad,  como también la  reticencia a la modernidad y  la cultura, por último  la búsqueda de libertad a través de la expiación.


En  primera instancia, desde que ambos periodistas interrogan a Nazarin al inicio del relato rápidamente se revela en el sacerdote una apología a la pobreza, siente que el dinero es un enemigo, su vida se rige por la austeridad, no busca el sustento pero si lo recibe, desde el comienzo de esta historia se nos presenta desde ya como un sacerdote mendigo, puesto que no puede conservar en sus bolsillos lo básico para subsistir, rápidamente lo entrega a otros, quienes sabiendo de la naturaleza simplista del cura se aprovechan de este.

En palabras del sacerdote su máxima aspiración es ser pobre: “…mi felicidad consiste en soñar con la pobreza, en recrearme pensando en ella  y en imaginar cuando me encuentro en un mal estado, un estado peor”. (Pérez Galdós, Benito, 1982, p.26)

La cultura es parte de la modernidad,  una sociedad que evoluciona posee dentro de sí ciudadanos pensantes  y sobre todo abiertos al cambio, este es un aspecto que en muchos casos en padre Nazarín  rechaza. A pesar de ser un aspirante a la pobreza más cruel, al destino más oscuro y la vida más amarga, Nazarin culpa a la cultura, la riqueza y la modernidad  de ser causantes de la pobreza, pese a ser una pobreza a la que aspira se manifiesta en contra de la prosperidad: “…a medida que avanza lo que ustedes entienden por cultura, cunde el llamado progreso, y se aumenta la maquinaria, y se acumulan riquezas, es mayor el número de pobres y la pobreza es más negra, más triste, más displicente”. (Pérez Galdós, Benito, 1982, p.26)
Sin embargo el protagonista de esta historia  posee una importancia inusitada en lo que a la libertad se refiere, el camino que empieza en el recinto carnavalesco de la casa de Chanfaina desemboca en la recuperación del cuerpo y la satisfacción de su  espíritu al verse recompensado por su sacrificio ¿Cuál es la enseñanza más importante que Nazarin pretende dar a conocer?, este héroe cristiano nos empuja al sacrificio, a la pobreza para expiar el alma pero lo cierto es que ante todo nos lleva a la libertad.

 ¿Cuál es esa libertad?, a través de sus actos mas no de sus palabras el protagonista muestra que la verdadera libertad no radica en si en las acciones que tomemos, la libertad para muchos se trata de  una independencia interpretada como la necesidad de defender nuestras ideas del mundo y manifestar lo que pensamos y queramos hacer cuando nos plazca, no obstante, para Nazarin radica en como decidimos reaccionar ante las circunstancias que la vida nos ofrezca sean estas afortunadas o no.Por ejemplo cuando Nazarin descubre que le han robado, decide no denunciar a Siona a la policía, su reacción es sencilla, dada su naturaleza y carácter. Posteriormente cuando Andara solicita el refugio y amparo del padre, él decide que la ayudara y protegerá para que luego pueda escapar con tranquilidad. 
En ambos casos observamos una libertad que radica en la acción no en la reacción. Pero, cuando Nazarin es arrestado y puesto en un mismo recinto con el delincuente apodado  El Parricida y este comienza a hacer mofa de  las creencias del cura, resulta muy difícil para él no reaccionar negativamente, una lucha interna se libra dentro del sacerdote, es entonces cuando apreciamos la libertad que Nazarin busca para sí. A pesar de lo difícil que resulta aceptar un castigo tan difícil él decide  cual ha de ser su reacción, no puede evitar los golpes, las difamaciones e insultos, pero si puede elegir como reaccionar ante esto. Decide no temer y no cambiar su naturaleza pacifica por una furia momentánea. 

Esta especie de Quijote y Mesias,  esta burla a las crencias, una parodia a la religion, recibe una recompensa que no sabemos es verdadera o meramente ilusoria, pero es su carácter lo que lo hace estar fuera del resto, son estas características las que constituyen el retrato de un hombre fuera de tiempo, inusual, desconcertante, una mofa errante pero bien escrita.

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