lunes, 1 de febrero de 2016

La frivolidad de los nuevos pobres

Sabemos que quien decidirá por nosotros en estas elecciones no serán aquellos que estudian el panorama político  de nuestro país cada día,  los que siguen fervientemente las noticias locales de la comunidad y se preocupan por la inseguridad ciudadana, están a favor por una mejor metodología educativa o atentos al devenir de nuestra sociedad. 



No, aquellos que llevaran al poder al que decidirá nuestro futuro en los próximos cinco años como país, serán los mismos de siempre, los que se quejan del gobierno de turno, mas esperan con ansias que las elecciones se acerquen para vender su voto por una bolsa de arroz, los que prefieren mil veces que sus hijos no asistan a la universidad por que perderían todo respeto por sus padres y al igual que ellos deben «conformarse» con lo que les toco, pero están muy contentos sí su adolescente prole se reproduce sin miramientos, aquellas jovencitas que prefieren posar concienzudamente con una expresión conocida como «boca de pato» en el baño de su casa  que leer un buen libro, los que prefieren adquirir el ultimo iphone antes que cambiar la letrina que tienen por un retrete decente para su hogar.
Los nuevos pobres no están conformados por personas explotadas por gamonales, no son victimas constantes que trabajan a sol y sombra en los obrajes, no. Son gente ociosa que prefiere trabajar 48 horas a la semana sobreviviendo en un empleo que no disfruta, siendo un mal empleado, maltratando al cliente y esperando con ansias en fin de semana que dedicarse por entero a descubrir lo que le apasiona, son gente que se conforma y prefiere vivir de las apariencias, teniendo una casa de esteras tras haber invertido 900 dólares en un celular que solo le servirá para sacar burdas fotos, son personas que no toleran el progreso en sus coetáneos, que envidian al hijo del vecino que ingreso a la universidad, que le piden a sus jóvenes hijos que los hagan abuelos, que son fanáticos de las borracheras, las palizas y las infidelidades, que viven pegados al televisor y condenan a los ricos por tener que cosas que ellos no poseen, el entorno en el que viven hace que sus hijos vivan en un circulo vicioso interminable, cada niño que nace esta condenado de antemano a tener limitadas sino escasas oportunidades no por su situación económica si no pro la creencia mental que sus padres y su entorno ha implantado en ellos.

El mayor problema de las personas que poseen escasos recursos no es que no tengan la energía, el empuje o capacidad para alcanzar sus metas, el problema es que no están dispuestos a informarse, buscar nuevas oportunidades, orientar su trabajo duro en un fin beneficioso para ellos mismos. Haciendo que sus hijos y los hijos de estos crean que no hay futuro, que no existe posibilidad, que se reproduzcan sin pensar en como sostenerse y que escogan sin pensar a un candidato que solo les ofrece
màs de lo mismo, mediocridad, pobreza y un inevitable fracaso.

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