viernes, 3 de junio de 2016

Bunge: una breve mirada a la naturaleza humana

Es importante enseñar a estudiar por cuenta propia, a buscar por cuenta propia, a asombrarse.
Mario Bunge

La crisis en Argentina no solo ha traído desempleo y caos, sino que de la mano del filosofo, y epistemólogo  Mario Bunge ha puesto en evidencia  cuan cruda resulta.

Lo cierto es que el pasado 18 de mayo se hicieron publicas las intenciones de Mario Bunge de donar 250 libros de su autoría a la UBA (Universidad de Buenos Aires) a fin de nutrir la facultad de Filosofía y Letras con un contenido que  dicho por él de un modo irónico «podría servir al menos a media docena de personas», dichas obras no de la autoría de Bunge, comprenden obras escritas en español como también traducidas en otros idiomas de la prolífica carrera del escritor argentino.

No obstante pese al aporte cultural que dichas obras suponían, junto al valor simbólico de las mismas, dado que fue la primera institución en la que Bunge dio clases, la UBA en una primera instancia rechazo dicho donativo debido a que no poseían los 2 000 dólares, que supone el costo del flete de los libros de Canadá, donde vive el autor, hasta Argentina. ¿Cómo es posible que 2 000 dólares impliquen para Argentina un pañis que fue pilar del boom latinoamericano algo impagable?,  lo cierto es que el ministerio de Educación se hará cargo de afrontar los cargos de dicho donativo, que para la UBA implica un gran orgullo, pero ¿Qué significa todo esto?, ¿Quién es Mario Bunge y porque es tan reconocido e importante?



Bunge, nacido en Argentina y actualmente radicado en Canadá, es un físico, filósofo, epistemólogo y humanista argentino; definido por su amplia trayectoria como un prolífico escritor con más de  32 obras escritas, doctorado en física y matemáticas,  asiduo defensor del realismo científico y de la filosofía exacta.

Una de sus obras más conocidas, «La ciencia, su método y su filosofía» (1960), obra en la que introduce de manera sintética las bases del método científico, ha llegado a ser un clásico en su género y un punto de partida para futuras generaciones de investigadores que inspirados por el tesón del autor comienza a ampliar la perspectiva de lo que comprende el método científico.

Podríamos emplear mas de mil palabras para tratar de explicar la importancia que para Argentina y Latinoamérica posee Bunge, para tratar de describir sus obras, conceptos y preceptos,  lo cierto es que Mario Bunge posee un espíritu que podría calificarse incluso como dialectico,  a veces obedece a su intuición y otras a su lógica, no obstante si hubiera que definirlo  con una palabra sería inquieto, Bunge reclama que todo  debe de encontrarse  en un constante movimiento perpetuo, de lo contrario perderá su valía.

Así los conocimientos no deberán anclarse en una enciclopedia, ni en bibliotecas,  al arte no deberán acceder solo las elites, ni quedar enclaustrado en un museo,  Bunge hace un llamado a renovarse,  a ampliar nuestros horizontes, no una si no mil veces, tanto como humanistas o matemáticos sin el movimiento los conocimientos son solo eso, y, solo nos servirán para vanagloriarnos mas no para hacer que nuestro contexto cambie.

Y si hay algo a lo que le teme Bunge y en contra de lo que se manifiesta es la ignorancia, reclama para el mundo una educación, legitima y  verdadera que no se ufane en propiciar complejos ni complicadas cátedras pero que si sea lo suficientemente buena para hacer que el estudiante posea ese espíritu de asombro, que hace que no sea un ingenuo, que no solo analice su material de estudio y se cuestione el porque hace lo que hace si no que también busque cambiarse a si mismo y por ende también  la sociedad que lo rodea.


Darle accesibilidad al conocimiento y constante uso hará que en palabras de Bunge un buen lector, estudiante, etc., sea también en el futuro un buen ciudadano, con una mentalidad que busque indagar y no sea fácilmente influenciable, como tampoco un conformista alegre: “…Hay que educar a la gente. No basta saber que a la tía María le fue bien con el acupunturista o con el homeópata, porque el efecto placebo siempre está en la cabecera de los enfermos. Y no sólo de los enfermos, sino también de los votantes…”

Solo hay un punto que para muchos representa una inflexión en el pensamiento del humanista argentino, es su postura respecto a lo que el ha calificado como pseudociencias, que para el comprenden el psicoanálisis, la homeopatía, la microeconomía, el feminismo, entre otros. Nos detendremos brevemente en este punto para entender el panorama de su postura de un modo más específico.
En el 2015 en un articulo realizado por el periódico español  «El País» ha propósito de sus memorias Bunge afirmo la existencia de pseudociencias muy destructoras, como el psicoanálisis, la  teoría económica estándar y  la medicina alternativa.  “la práctica homeopática impide que el enfermo se haga tratar en forma científica y entonces la enfermedad prosigue. No tratar una enfermedad es tan malo como tratarla mal. Un cáncer no va a desaparecer por unas gotitas de agua con colorante".

Pero como califica a Bunge a una ciencia como pseudociencia, en palabras del autor una pseudociencia es  principalmente aquella que es crédula, dogmatica y rechaza la critica, como Freud al rechazar las nuevas ideas de su circulo de discípulos, como la tercera ola del feminismo que se horroriza la escuchar la palabra «igualismo», entre otros, que fácilmente hacen inclinar la balanza a favor del escritor argentino.
Según Bunge el psicoanálisis no hace posible ningún diagnostico. La ciencia intenta describir y explicar el mundo mediante datos, hipótesis, modelos y teorías. Sin embargo no existe como comprobar tangiblemente las teorías freudianas o lacanianas
La principal crítica de Bunge al psicoanálisis no es que éste se haga imposible una medición cuantitativa de que tan cercar al acierto o al error se encuentra el psicoanalista. Las diferentes disciplinas científicas interactúan apoyándose las unas a las otras tanto en sus aspectos teóricos como empíricos.  Sin embargo el psicoanálisis, sostiene Bunge, es una disciplina aislada que no interactúa y no es congruente con las ideas desarrolladas por otras disciplinas.
La biopsicología (que habla sobre la biología y psicología humana) no ha hallado como apoyar al psicoanálisis, sino que más bien ha provisto información que  en cierto lo contradice, los niños no tienen su órgano sexual más importante, la mente, desarrollada lo suficiente como para experimentar los deseos que el psicoanálisis afirma se poseen, desde que son niños y las etapas sexuales pro las que afirman que pasa.

Con respecto al feminismo, Bunge es un reacio critico de la denominada «tercera ola del feminismo» que más que fomentar un progreso deviene en caos, “la desigualdad provoca enfermedad”, afirma el escritor argentino, añadiendo además que hay que hace una clara distinción entre el feminismo filosófico y el académico.

Afirmando que el feminismo político es un movimiento político respetable que comenzó a principios del siglo XX y terminó ganando el voto y mejores condiciones de trabajo para el género femenino, no obstante, el feminismo académico,  para Bunge consiste  en atacar a todos los escritores que usan un pronombre o un artículo determinado que no gusta, que debería hacerse vaildo decir «miembras» en vez de miembros, entre otras palabras que más que enriquecer el lenguaje lo llenan de falencias.

Según Bunge,  «las filósofas feministas ignoran que la razón no tiene sexo, y solo logran segregarse, reuniéndose en sociedades y congresos especiales». El escritor argentino hace énfasis en que  no estudian el grave problema social y político del puesto de la mujer en la sociedad, sino nimiedades, tales como pintarse los sobacos, o llamar machismo a cualquier cosa sin detenerse a pensar mucho sobre ello. Narrando una interesante anécdota al respecto: “Tengo una colega que atacaba a Aristóteles porque había dicho algún disparate sobre la menstruación de los puercoespines. Pregunta de examen: ¿Qué dice Aristóteles sobre la menstruación de los puercoespines? ¿A quién puede importarle? Sí, sabemos que Aristóteles despreciaba a las mujeres, pero esta era una actitud común. Lo mismo pasó mucho después con el racismo, muchos científicos respetables y grandes novelistas del siglo XIX, como Emile Zola, que creían en la criminalidad innata”:

Bunge afirma que las perspectivas corresponden a épocas en las que por desgracia ciertos dogmas eran al común, estaban equivocados, sin embargo el sostiene que todo el mundo se equivoca, lo importante es inferir lo positivo de sus actos,  Aristóteles fue  uno de los más importantes filósofos de la antigua Grecia, pro no decir del mundo, siendo el primero en insistir que la verdad no se encuentra en los libros, sino en la investigación perpetua, postulado con el que Bunge esta más que de acuerdo.

Con respecto al arte, Bunge es un amplio defensor de la misma, más critico en sus métodos, el arte posee un estigma y en tiempo como estos se hace necesario cultivar la fantasía más allá del arte como si mismo, en campos como la política o incluso en nuestros hogares haciendo participes a las personas que amamos de la libertad que condensa el arte, dado que rompe paradigmas al mismo tiempo que establece nuevas reglas que no buscan opresión, como tampoco busca el arte ser solo una sana diversión, en palabras de Bunge: “Para renovar nuestras sociedades necesitamos políticos con la imaginación de Borges o de un Einstein. No para escapar de los atroces problemas de la sociedad moderna, sino para abordarlos con tanta imaginación como información”.


Bunge es un hombre dedicado por descubrir el mundo, por entender la humanidad a la que ama al mismo tiempo que desprecia sus tendencias, pero sostiene que solo la verdadera investigación será la salvación de la misma, la sensibilidad del arte y la profundidad de la epistemología, como la exactitud de las ciencias  no deben ser ajenas a nuestro mundo rutinario, hoy más que nunca se hace necesario que aquello que hace al ser humano ir más allá de sus limites y mirar pro encima de su naturaleza feudal, sea perenne en nuestro día a día y solo adaptándolas a nuestro contexto podemos hacer que las sociedades cambien y no se parcialicen pro la ignorancia, como tampoco se encadenen por las falsas creencias, que sean libres pero sabias, efímeras y perpetuas. 

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