jueves, 13 de agosto de 2015

La frustración, un invisible enemigo

Un día como tantos otros, nos despertamos  temprano, extendemos los brazos mientras estiramos el cuello, miramos a nuestro alrededor y nos sentimos hundidos, mediocres e irremediablemente frustrados. 

Frustración: Se denomina así a aquel inexorable sentimiento humano, al que se llega por el no cumplimiento de metas, la infelicidad y decepción son terribles, traen como consecuencias múltiples reacciones, como la autodestrucción, sentirse un fracaso en todos los sentidos, como también se presenta un grave descenso en nuestra autoestima.

¿Por qué nos sentimos frustrados?, las razones pueden ser muchas pero tienen que ver sin duda con nuestras expectativas, somos seres humanos y a pesar de no poseer la determinación para trabajar en algo con tozudez y sin descanso, tenemos la capacidad de soñar mansamente con un mejor destino que el vivido. ¿es malo acaso?, en lo absoluto, pero, estar constantemente soñando con un mejor futuro, sin estar dispuestos a trabajar por este, nos llevara tarde o temprano a una inminente frustración, nuestra realidad no coincide con nuestras expectativas, nos sentimos descorazonados, podemos culpar al destino atroz, la sociedad que nos rodea, incluso a nuestros padres y amigos. Pero sabemos sobradamente quien es el verdadero responsable.

Es muy doloroso sentir el peso de la inacción y el fracaso y aun así tener que  mirarnos al espejo, la rabia que nos invade al ver que no llegamos a donde queríamos, ya sea porque en algún punto perdimos el norte, o, porque pese a un escandaloso y agotador  esfuerzo no llegamos a la meta establecida, la frustración sentida es inminente y nos carcome de terribles maneras, nos minimiza frente a los demás y aquel terrible defecto de compararnos constantemente se vuelve cruelmente insoportable.

¿Qué podemos hacer entonces?, tenemos tres opciones. En primer lugar podemos decidir hundirnos en una frustración y estrés desesperantes, que nos llevara sin dudas a una depresión  grisácea y lo mejor de todo esto es que no lograremos nada con nuestra rabia. Lo más probables es que intentemos escapar de esta realidad incomoda, salgamos con nuestros amigos, juguemos un videojuego o nos volvamos cinefilos, no obstante cuando este estado de "forzosa distracción" pase, porque no pudimos lidiar con nuestro sentimientos frente al fracaso, nos hallaremos una vez más frente a la frustración, las metas seguirán justo donde las dejamos mientras los años pasan y el circulo vicioso se repite incansablemente.

¿Esto significa que no debemos darnos un descanso?, por supuesto que no, muchas veces el estrés se vuelve tan poderoso, que no puede distinguir entre un tigre dientes de sable, un ascenso laboral y un curso universitario; es igual para todos y debemos de aprender a relajarnos, es difícil sobretodo si nos hemos acostumbrado a estar pendientes de todo , el que dirán, la aprobación de los demás, los malos entendidos, el trabajo perfecto, una buena figura, etc.   Pero si no aprendemos a descansar de nosotros mismos, jamás tendremos la suficiente tranquilidad para pensar con claridad en solucionar estos problemas que hoy nos producen tan fastidioso estrés.

Esta situación claro esta, implica dejar de  ser conscientes de lo que importa, relajarnos un día, no significa abandonar el sueño de nuestras vidas, debemos aprender a convertir parte de nuestras vidas aquello que perseguimos con desesperación y saber que no vinimos a trabajar sin descanso sino a conocernos a plenitud, a aprender a amarnos y saber que nuestras limitaciones y defectos son parte de nosotros y es nuestro deber mejorar  cada día, pero, es imprescindible luchar por ser felices en todo momento. 

En segundo lugar podemos elegir enfrentar el problema, inculcarnos una disciplina voraz y sanguinaria, privarnos de todo aquello que nos ha llevado a ser tan mediocres, una  vez más cometemos un garrafal error, ser exigentes en demasía tendrá como resultado un cuadro de estrés mucho mayor que desembocara en una mayor frustración. Podemos intentar esta opción, sin embargo a la larga no enfrentaremos la frustración solo le rehuiremos constantemente y a un alto precio. 

En tercer lugar podemos detenernos a observarnos con detenimiento, imaginemos por un momento que somos una locomotora sin mantenimiento, tenemos este estado de descuido y negligencia desde que el nuevo presidente se hizo cargo, un buen día los frenos fallan y hay un choque, el conductor es inmediatamente despedido y sustituido pro uno más joven, recientemente capacitado y con mayor vitalidad, ¿a la larga cual será nuestro resultad?, ¿cesaran los accidentes?, no, definitivamente y con alta probabilidad volverá a acontecer alguno. 

 Así es como nos hallamos nosotros, luchamos porque el conductor (nuestras metas),  no se vean coactadas y no nos damos cuenta que no importa si las clases de danza contemporánea no resultaron, ocurrirá lo mismo con nuestros cursos universitarios o nuestro desempeño en el trabajo, porque no importa cuanto cambiemos de metas, hemos de tener el mismo resultado porque somos una sola persona. 

Debemos mirarnos con detenimiento, sabemos que fracasamos y pensamos que es porque somos incapaces o muy malos y no nos detenemos a analizar a que le tenemos tanto miedo como para autosabotearnos de manera constante. 

Somos los mismos a cada momento pero si aquello que queremos alcanzar no lo deseamos verdaderamente no lucharemos por esto con franqueza y si lo queremos con vehemencia nos enfrentaremos a los miedos ocultos que hoy nos frenan, ¿a que le tememos?, ¿que es lo que nos frena y nos impide llegar a donde queremos y podemos llegar?, la respuesta esta allí en nosotros, en nuestra personalidad, en nuestro pensamiento, en lo férreo de nuestra convicción y por ultimo en nuestra pasión por vivir.

La motivación es importante pero nunca es infinita, el conocernos y saber que queremos, aprender a amarnos y aceptarnos es necesario para llegar al otro lado, enfoquémonos en nosotros, no en el que dirán, seamos sencillos y sobretodo leales con lo que somos y queremos llegar a ser. 

1 comentario:

  1. Me gusto este artículo, tienes mucha razón. Pienso que con el tiempo y gracias a los golpes que uno mismo se da, empieza a despertar esa consiencia de ver hacia adentro de nosotros

    ResponderEliminar