jueves, 2 de julio de 2015

Dos caras de una misma moneda


La corrupción, al igual que el soborno, posee dos responsables, aquel que se  deja “comprar”  y por supuesto, el que desembolsa el dinero. El ultimo caso más sonado  de esta índole, es el de los llamados “Pepeaudios”.  

Se abrió en primer lugar un proceso penal contra Pepe Julio Gutiérrez y sus tristemente célebres  “lentejas”, el representante de Southern, el abogado Jesús Gómez Urquizo que
dio a conocer  los audios, pensó con ingenuidad  que la población peruana se  conformaría con una parte unilateral de la historia, cuando era más que evidente que dichos audios que incriminaban a Gutiérrez habían sido recortados de manera conveniente. 

En primera instancia el abogado  de Southern trato vanamente de lavarse las manos, afirmando que era el dirigente el que lo había llamado, por supuesto esta versión era difícilmente creíble. Luego declaró que la versión completa de los audios  contra Pepe Julio Gutiérrez, se había “borrado”; como si un objeto inerte y virtual decidiese poner fin a su informática existencia a favor de sus intereses.  Su tenaz cobardía de lacayo, comenzaba a jugarle una mala pasada. 

Al fin y tras poco tiempo la versión “completa” (esperamos que lo sea) de los audios fue de dominio publico y en esta frases como:  El ingeniero me dijo que yo maneje esto", "Yo le dije medio millón de dólares por persona", "Yo creo que se puede llegar a un acuerdo satisfactorio", salían de la boca del abogado como un hervidero de moscas.

El movimiento dado por la minera en este embrollado ajedrez,  fue de desligarse en lo absoluto de Gómez Urquizo, afirmando que sí bien el abogado había sido asesor de la compañía, ya no formaba parte de esta.

A su vez Gómez Urquizo fiel a la compañía minera, declaro que, él deliberadamente, sin cargo, ni motivo alguno,  decidió llamar al dirigente  y ofrecerle a nombre de Morriberón, director de Relaciones Institucionales de la empresa mexicana, una “mediación” monetaria. Argumento que resulta ofensivo incluso para el más crédulo de los hombres.

¿Cual ha sido el final de esta historia?, tan sencilla como la corrupción y el espíritu manso de la población peruana puede permitirlo. Pepe Julio Gutiérrez tras las rejas, un oportuno chivo expiatorio, que sirvió al mismo tiempo  para debilitar la protesta que desde 2009 sostiene la población de Valle de Tambo contra el ingreso abusivo de Tía María.

Nada que el poder judicial, no pueda arreglar para Óscar González Rocha, presidente de la compañía, mediante traspapeleos e innecesarios procesos. Lo cierto es que,  él no es nuevo en estas lides, y, ya ha sido beneficiado por la corrupción del gobierno. Hasta el año 2013, el tope para emisiones de SO2 era de 80 microgramos por metro cúbico (80 ug/m3), pero la transnacional operaba en Ilo, a través de su refinería  con niveles cercanos a 365 ug/m3  Acusado de haber contaminado el mar de Ilo, sus tierras y enfermar a la población. González Rocha continua sin sentencia alguna, mediante un recurso constitucional la empresa ha logrado extender el proceso contra su presidente por dos años mas.

Recuerdo claramente cuando el conflicto en Ucrania hizo su aparición en el plano internacional, cientos de medios periodísticos incluyendo los del país resaltaban la "lucha" de la población contra la "invasión" rusa, cuando el Valle de Tambo protestó contra el ingreso de Tía María, la prensa no tardó en tildarlos como terroristas antimineros, salvajes, irracionales, en contra del "progreso", etc. Este doble discurso del periodismo no solo resulta nauseabundo, lo terrible es que es tomado como cierto por muchos sectores de la población que se conforman con considerar verídica la primera información que llega sus manos. 

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